Durante dos años, por una llamada interior de vivencia en grupo, compartí con Ana uno de los círculos de mujeres que propone. Ha sido una profunda vivencia para dar la bienvenida a mi esencia femenina más desconocida. Llegué con mil dudas, no sabía hasta qué punto de mi necesidad de caminarlo y darle amor, con la oportunidad y desafío consciente que ofrece compartir en el círculo.
Ana te mece, te recuerda el sostén disponible, comparte conocimientos y herramientas para que en tu vivencia las integres y las lleves contigo. Sabiamente con cariño, atención y consciencia, Ana proporciona el espacio y el acompañamiento para que vayamos madurando el compartir.
Vivencio con cariño a mis compañeras de círculo y las tengo presentes.
Gracias, gracias, gracias Ana.